Cuantas y cuantas veces, en invierno,
escuchaba esta frase en tus labios:
“Cierra la boca, no vayas a coger frío”, mientras ajustabas la bufanda en mi
cuello y me dabas en la frente ese beso que sólo una madre sabe dar
transmitiendo todo el amor que se tiene dentro.
Cuantos y cuantos dolores de cabeza te di
con la comida, que por mucho que te esmerabas en complacerme no la comía, y hoy
te doy la razón era tan “joio como tu puñetero padre” como tú decías.
Tarde muy tarde la supe apreciar. Hoy en día como tu sabes es una de mis aficiones e intento sin conseguirlo cocinar como tu lo hacías, esos riquísimos platos que entonces rechazaba y hoy son un placer para el paladar.
Tarde muy tarde la supe apreciar. Hoy en día como tu sabes es una de mis aficiones e intento sin conseguirlo cocinar como tu lo hacías, esos riquísimos platos que entonces rechazaba y hoy son un placer para el paladar.
Ayer lo estuve, hoy lo estoy y siempre te
estaré agradecido por la educación que me distes, por el saber estar que me
inculcaste y el respeto a los demás que me enseñaste. En los difíciles tiempos que
transcurrieron durante mi niñez, pubertad y hasta que me casé, tuviste el gran
mérito de licenciarte en economía sin haber ido a la Facultad , hacer un máster
en sociología sin haber salido de casa, una diplomatura en enfermería sin haber
pisado un hospital, tenías la sabiduría natural heredada de la abuela Paca y
aumentada por tus vivencias.
Cuanto mas pasan las hojas de mi calendario
y no sabes como van de rápidas, cuando mi DNI incrementa su cifra
vertiginosamente, cuando creo que tengo dificultades laborales, económicas y
sentimentales, pienso mas en ti, tuviste
junto a papá las agallas para sacarnos adelante al Titi y a mí, esos si que eran
esfuerzos, no existían como hoy los recortes porque no había nada donde meter
la tijera, eso sí la tijera era para cortarnos el pelo y así no tener que ir al
barbero. ¿Moda?, la del pijama que nos hiciste a mi hermano y a mí con unas
sábanas que te regalaron, aguja, hilo, tus dedos y tu imaginación hicieron el
resto.
Perdóname mamá por haber deseado que nos
dejaras, por haber pedido a Dios que te llevara junto a las titas, pero es que
no podía ver como te consumía ese cáncer
que poco a poco apagaba ese hilo de vida al que te aferrabas. Fui egoísta, lo
reconozco, no quería sufrir viéndote sufrir. Estoy seguro que no he sido el
mejor de los hijos pero puedo decir y sentir con orgullo el haber tenido la mejor madre del
mundo.
Hoy, precisamente hoy tres de mayo hace
veinte años que mi hermano y yo depositamos entre tus manos una rosa roja como
fue tu postrer deseo y . . . aún perdura en mis labios la sensación de tu fría
piel en mi último beso.
Si esta es la primera y es de la forma que es terminaré poniendome enferma, aunque no pone de quien son yo lo sé y hay una cosa que nos une, yo tambien dese que mi madre se marchara, de hecho yo fuí la que decidio que no entara más en la UCI y la dejaran morir de una vez. Es lo unico que me tranquiliza que se fué dormida y en paz por mi decisión, preciosa tu carta, salida dedsde las tripas. Un beso
ResponderEliminarEsto no,no,no se hace porque me he hartado de llorar y ahora me duele la cabeza. Caray que bonitas palabras.
ResponderEliminarMe quedo con la frase "Cierra la boca, no vayas a coger frío", eso pronunciado por una madre se le da el valor cuando pasan los años.
ResponderEliminarMe encanta, preciosa.
ResponderEliminarJolin, yo también se de quien es sin poner nombre, y es que ya me habeis hecho llorar.
EliminarNo puedo de verdad cuanto sentimiento.....
ResponderEliminarJolín y eso que es la 1ª que leo, y yá estoy con un nudo que no me deja respirar
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